Paraíso enclavado en el litoral occidental de la provincia de Huelva, en el estuario de los ríos Tinto y Odiel, este espacio natural protegido abarca superficies pertenecientes a 4 municipios. Se declaró en 1983 Reserva de la Biosfera, primer paso realizado para que el Gobierno Andaluz reconociera su importancia real, no sólo desde el punto de su patrimonio natural, sino también etnográfico y cultural. Ello se plasma en la declaración del primer Paraje Natural en Andalucía. Desde su declaración como Reserva de la Biosfera, Marismas del Odiel ha obtenido diferentes figuras de protección que respaldan la importancia de su patrimonio y permiten la gestión y participación ciudadana.
En su interior alberga múltiples ecosistemas y valores culturales relacionados con su diversa riqueza natural. En torno a sus paisajes de marismas, pinares, salinas y playas se han generado valores añadidos en la población, con aprovechamiento de los recursos naturales en el ecotono del mar y la tierra.
En sus 4 municipios vive más del 50% de la población total de la provincia de Huelva, con la impronta que ello supone para la Reserva, que además se sitúa fronteriza con zonas industriales y portuarias. Es, por tanto, de vital importancia para la conservación de los valores naturales, culturales y etnográficos, la implicación de las diferentes Administraciones Públicas, agentes sociales y ciudadanos en el conocimiento, aprovechamiento y disfrute de los recursos que este lugar ofrece.
- PATRIMONIO NATURAL
- Uno de los grandes atractivos de esta Reserva es su heterogeneidad. Ecosistemas naturales y modificados por el hombre conforman el puzzle de marismas y salinas, bosques y dunas, lagunas y playas que, relacionados entre sí, se complementan unos con otros.
La mayor parte de sus ecosistemas están sometidos o condicionados por la acción de las mareas, con los beneficios y limitaciones que éstas les aportan. El intercambio energético que se produce por el flujo mareal hace de Marismas del Odiel un sistema extremadamente productivo, lo cual repercute en toda la cadena trófica.
Las zonas de salinas, ecosistema de marisma modificado por el hombre, han aportado una importante riqueza natural debido al amplio rango de condiciones biofísicas que se ofrecen, consecuencia del proceso productivo que se desarrolla. La producción de sal implica rangos de salinidad sumamente amplios que generan biotopos diferentes y, por tanto, la presencia de una gran variedad biológica adaptada a estas condiciones extremas de vida. Como ejemplo, desde el año 2008 se ha establecido una pequeña colonia de cría de unas trescientas parejas de flamenco rosa, que ha ido aumentando paulatinamente de tamaño hasta duplicarse en 2010. Los bosques mediterráneos de "Puntales" y "Saltés" albergan otro tesoro de diversidad en el dosel de vegetación de pinos, alcornoques, acebuches, mirtos y lentiscos, jaras, romero, etc.
La Marisma del Burro y la Isla de En Medio, zonas núcleo de esta Reserva, constituyen una representación ejemplar de los ecosistemas de marisma natural y albergan una de las insignias de la Reserva: la colonia de reproducción de la Espátula (Platalea leucorodia), una de las más importantes de Europa y centro de recuperación y dispersión de la especie. En el año 2004 se inició un proyecto de reintroducción del Águila pescadora (Pandion haliaetus) mediante la técnica de hacking, en la Isla de Saltés. Este proyecto obtuvo su primer éxito en el año 2009 con la cría de una pareja en un nido ubicado en la zona de reintroducción, de la cual la hembra procedía del hacking del año 2004.
- PATRIMONIO CULTURAL Y PAISAJE
- Marismas del Odiel, además del incalculable valor natural que alberga, recoge en su interior y en sus alrededores parte importante de la historia de esta región. Destacan los yacimientos prehistóricos de Papauvas en Aljaraque, la Ciudad Islámica de Saltés en Huelva o la fortaleza del Castillo de Gibraleón. En el Odiel confluye la tradición marinera de Punta Umbría, la minera de Aljaraque y la riqueza forestal tradicional de los montes públicos.
Dentro de los límites de la Reserva, en la Isla de Saltés, se sitúa uno de los yacimientos arqueológicos más importantes onubenses, la Ciudad Islámica de Saltés, datada en el siglo IX, aunque aparecen en él yacimientos de la civilización tartésica, entre los siglos VII y V a.C., y de la época romana. La ciudad desapareció como tal en el siglo XIII, cuando la conquista cristiana cambió el paisaje humano en la marisma.
El patrimonio etnológico de la zona presenta una gran diversidad, singularidad y arraigo en la población. Las fiestas populares, a las que en la mayoría de los casos van unidas la gastronomía y las tradiciones populares, enriquecen la vida en estos municipios y los hacen atractivos para el turismo.
El contraste de paisajes que definen este mosaico muestra al visitante la riqueza de un paisaje costero y marismeño que convierten a esta Reserva en un enclave privilegiado, lleno de luces y colores que lo hacen atractivo al visitante y habitante.
- SOCIOECONOMÍA DE LA RESERVA
- La población de los municipios de la Reserva acumula casi la mitad de la provincia de Huelva, unos 200.000 habitantes. La mayor parte pertenece a Huelva capital.
Entre los impactos negativos cabe destacar la contaminación hídrica y atmosférica, la presión urbanística perimetral y los cambios de uso en las cuencas vertientes.
Punta Umbría presenta un gran interés turístico. Sus playas, unidas a la gastronomía, hacen de ella un destino atractivo al que se le añade el valor de la cercanía a la Reserva, que hasta hace unos años no se incluía dentro de esta oferta turística. En Aljaraque se está desarrollando un gran Parque Científico y Tecnológico a orillas de esta Reserva, dedicado, entre otros temas, a la investigación en energías renovables. Gibraleón aporta la riqueza de sus acontecimientos culturales y bosques.
La ciudad de Huelva, durante mucho tiempo, no ha aprovechado suficientemente la cercanía de la Reserva, pero en los últimos años ha establecido una relación más directa y participativa en los programas ejecutados.Actividad económica
Dentro de la Reserva se llevan a cabo algunas actividades productivas, la principal y que ocupa una extensión importante de superficie es la explotación salinera. También queda en funcionamiento una salina tradicional en la Isla de Bacuta y existe una parcela de acuicultura ubicada en los terrenos de una antigua salina tradicional. El marisqueo y la pesca se mantienen y experimentan un auge en etapas de declive económico. A estas actividades se une el potencial turístico que tiene la zona, donde está tomando especial importancia el turismo de naturaleza y, sobre todo, el ornitológico.
- CONTRIBUCIÓN DE LA RESERVA AL DESARROLLO SOSTENIBLE
- Además de la explotación de la sal y la acuicultura, desde la Reserva de la Biosfera se han impulsado diversos proyectos vinculados al desarrollo sostenible.
Como ejemplo, la construcción de vías multimodales y carriles-bici que discurren por diferentes zonas de la Reserva; la adecuación de senderos interpretativos, que permiten al ciudadano acercarse fácilmente a la Reserva: la restauración de humedales, el fomento del turismo ornitológico y la adecuación de accesos a las zonas de playa.
La construcción del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA-CREMA) junto al Centro de Interpretación supone un gran avance, ya que no sólo viene a solventar una carencia que existía en la provincia de Huelva; también supondrá una fuente de generación de empleo y generará valores añadidos de uso público y divulgación.
La adhesión a la Carta Europea de Turismo Sostenible es otra de las acciones que se han promovido desde la Reserva. Con la estrecha colaboración de los Ayuntamientos de los municipios, empresas, entidades sociales y ciudadanos anónimos se empezó el proceso de adhesión en el año 2009.
La contribución al Desarrollo Sostenible de esta Reserva se observa, sobre todo, en la mejora de las dotaciones que acercan al ciudadano al conocimiento y respeto de los valores de la Reserva de la Biosfera Marismas del Odiel.
- USO PÚBLICO Y TURISMO
- Uno de los grandes atractivos de esta Reserva es su accesibilidad. La cercanía a los municipios, sin estar dentro de ellos directamente, fue en un principio uno de los hándicaps más importantes para que los habitantes de la zona aprendieran a valorar y conocieran esta Reserva. Sin embargo, a través de diferentes Programas de Educación Ambiental se ha ido acercando a los ciudadanos de todas las edades a esta Reserva, desde los más pequeños hasta los más mayores, que aportan su experiencia y conocimiento de la zona al personal que trabaja en la misma.
La Consejería de Medio Ambiente, a través de sus programas de Uso Público, ha dotado a la Reserva de un equipamiento muy amplio y accesible, que incluye un Centro de Visitantes con una exposición permanente, y un salón de actos; diferentes senderos e itinerarios, guiados o no; observatorios de aves, e incluso una vía multimodal que bordea el perímetro de la Reserva desde Huelva hasta Punta Umbría.
Aunque el perfil del visitante es muy amplio, el grueso de visitas a la Reserva se da en primavera, cuando se produce el mayor número procedente de los centros educativos y universitarios. A esto se une una gran afluencia de turistas europeos y del norte de España, que se acercan a la Reserva principalmente por su elevado potencial ornitológico.
Los municipios integrados en la Reserva se han implicado cada vez más en el fomento del conocimiento de la misma, y ya la consideran como uno de sus valores más importantes, tanto turística como ambientalmente, propiciando su conocimiento y respeto a todos los niveles.
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